“Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: La voluntad”-Albert Einstein-
A comienzos del presente año un grupo de personas emprendedoras reunidas en algún lugar, concebimos la idea de hacer una campaña de ventas denominada “Conquistando mi propio Everest”, en una manta de vinil de 2x2 metros plasmamos la fotografía del pico más alto del mundo y la pusimos en el fondo de la pared de la sala de sesiones de nuestra oficina; el simulacro consiste en ‘escalar’ el pico y llegar a la cúspide mediante el cumplimiento de una meta previamente establecida.
Convencido de que los que realmente han conquistado su cima desde los pioneros Edmund Hillary y el sherpa Tenzing Norgay hasta los últimos, lo hicieron gracias a una serie de cualidades excedida por una voluntad inquebrantable por alcanzar el éxito en la tentativa de tal faena.
Como si de alumbramiento se tratase y después de muchos dolores de parto algunos parieron la criatura: “La voluntad”, nueve meses después de su concepción vimos su nacimiento y va en vertiginoso crecimiento hacía la cúspide. Justa y sobrada razón tenía Einstein al afirmar que la voluntad es una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica.
¡Visión, valores, voluntad y pasión! Son los puntos de apoyo que necesita un emprendedor para mover el mundo; parafraseando a Arquímedes de Siracusa y el apalancamiento requerido lo he encontrado en la fórmula sugerida por el Psicólogo Social José María Gasalla (Profesor de Deusto Business School) útil para todas aquellas personas que quieran reinventarse en la vida independientemente de cuál sea su profesión u oficio: E=3VxP; en donde E significa emprendimiento, 3V-visión, valores, voluntad- y P es pasión.
Adentrándonos en el marco conceptual de los términos descritos en la fórmula en mención Leonor Jaramillo indica que el emprendimiento es una capacidad que tienen los seres humanos para salir adelante de manera novedosa y con ideas renovadas el término se deriva del francés “entrepreneur” que quiere decir pionero y esa es la capacidad de una persona que ‘apalanca’ con esfuerzos adicionales para alcanzar metas. Según Jaramillo la acepción que se tomó es la que se refiere a la “aptitud y actitud de la persona que le permite emprender nuevos retos, nuevos proyectos y que le permite dar un paso más”; dar la milla extra, siempre un paso más hacia adelante.
Referente a la visión, la economista Valeria Granata, quien trabajó en el ámbito empresarial, marketing y ventas nos dice que la visión personal es individual y delineada por cada quien en sintonía con sus intereses, recursos, fortalezas y debilidades. Tiene que ver con metas y objetivos.
En nuestra organización cada quien se ha planteado una meta diferente, concreta, basada en sus particulares necesidades y deseos, género de vida y sentido de pertenencia.
Al irrumpir en el campo axiológico creímos pertinente describir y practicar algunos valores fundamentales que nos sirvan como instrumentos para corregir el rumbo, cuando éste se esté desviando, en nuestro caso nos inclinamos por la integridad, responsabilidad, fidelidad, solidaridad, discernimiento y la excelencia subordinándolos a los descritos en la fórmula. No practicar ninguno significa perder categoría como personas.
Como valor la voluntad es “la capacidad de los seres humanos que nos mueve a hacer cosas de manera intencionada, por encima de las dificultades, los contratiempos y el estado de ánimo”. La falta de voluntad se caracteriza por la influencia de la pereza, la comodidad y la inconstancia, enemigos tenaces que dificultan el libre fluir en el actuar.
Referente a la pasión, Gasalla dice que es el valor que facilita el fluir, es la energía alineada con los valores que sirven para implicar y comprometer a los compañeros de viaje, que podamos tener, explica.
La pasión es ese toque con energía eléctrica que evita que el sopor de la complacencia se instale en la mente y el corazón de alguna persona; evitando que ésta logre significancia en todo lo que emprende.
Emprendimiento, visión, valores, voluntad y pasión son los puntos de apoyo que necesita un emprendedor para catapultarse hacía la cúspide del éxito en el amplio y estricto sentido de la palabra y son para la victoria lo que el oxígeno a la existencia.-
José Luis Riveiro Fernández
Santo Domingo de Cobán, 25 de octubre de 2,014