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29 diciembre 2011 4 29 /12 /diciembre /2011 03:51

El título de este artículo se lo debo a Heráclito de Éfeso, a quien se lo presté para darle continuidad al escrito “Avanzando del individualismo al trabajo en equipo”, realizado en fechas anteriores en este mismo espacio, en donde me referí a la pregunta que San Agustín hace: ¿Qué significa caminar hacia adelante? Respondiéndose así mismo  ¡Avanzar! Sin más ni menos significa dirigir los pasos hacía un lugar concreto, previamente establecido, evidentemente cuando se tiene una meta o un proyecto de vida. En este sentido el planteamiento de Heráclito es similar por cuanto que decía “todo está en movimiento nada dura eternamente” y el que está en movimiento está avanzando continuamente sin cesar, evolucionando, transformando, ejecutando.

 El tiempo jamás deja de fluir, los días, los meses y los años se van para no volver, este año 2012 a pocos días dejará de existir y nada volverá a ser igual; la vida que desperdiciamos no retornará, lo que dejamos de hacer y el tiempo perdido no se recuperará y por eso es sabio el refrán que dice “el tiempo perdido hasta los santos lo lloran”.

En la agencia los últimos días vi gente avanzar, evolucionar,  transitar de un lugar a otro, llamar por teléfono a nuestros mutuos asegurados, cobrar, cotizar, asegurar personas y bienes materiales y servir. Los que así lo hicieron son todos aquellos que tendrán un desarrollo exponencial en sus carteras y remuneraciones.

Tambien vi gente hacer lo contrario, gente que demostró que el equipo no es lo más importante,  que no estuvieron en movimiento durante el año que fenece, pero sobre todo en los últimos días  y que se dieron vacaciones antes de tiempo, los que se acomodaron, los que “tiraron la toalla momentáneamente”, tolerantes a la mediocridad y satisfechos con  pequeñas conquistas, ellos; se olvidaron  que “todo fluye” y que un año más es un año menos en el devenir de los tiempos.

  Razón tenía Heráclito al señalar que el mundo está caracterizado por constantes contradicciones. Durante el año que muere vivimos inmersos en el contraste de un trabajo bien hecho y uno a medias. Como nunca hemos pasado hambre, no apreciamos estar saciados en el amplio y estricto sentido de la palabra,  para hacer que todo fluya en nuestro propio beneficio y pasamos por alto que “todo está en movimiento y que nada dura eternamente” incluyendo las oportunidades y los puestos de trabajo.-

José Luis Riveiro Fernández

Santo Domingo de Cobán, 26 de Diciembre de 2011

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